Peluquería y Covid – Las claves para afrontar el 2021

El Covid nos ha traído restricciones de aforo y de horarios, cierres perimetrales… Todo ello, junto a la inversión en las medidas de seguridad que debemos tomar en los salones, son factores que han afectado de forma contundente al sector de la peluquería.

El de la peluquería es un sector concienciado con el cuidado del cliente. Por eso muchos salones incluso han ampliado las medidas de seguridad que ofrecen más allá de los mínimos obligatorios. El bienestar y tranquilidad de los clientes es la preocupación principal de los propietarios de los salones.

El confinamiento nos puso en pausa a todos. De un día para otro las peluquerías tuvieron que bajar la persiana sin saber cuándo volverían a levantarla. Hoy hablamos con tres peluqueras y propietarias para que nos cuenten cómo afrontaron la cuarentena y cómo encaran este año tan difícil para la industria de la belleza: Amparo Fernández, Raquel Saiz y Felicitas Ordás.

Amparo Fernández cuenta con 40 años de experiencia en el sector de la peluquería, 34 de ellos al frente de La Pelu Amparo Fernández. Es una de las estilistas más influyentes del panorama nacional, con numerosas nominaciones en los premios Fígaro y finales en competiciones de peluquería a sus espaldas. Además, cabe destacar su apoyo a la peluquería gallega como impulsora y directora artística de los Premios Imaxe.

Raquel Saiz inauguró su salón, Salon Blue by Raquel Saiz en 2003 en Torrelavega. Desde entonces se ha convertido en referente de tendencias colaborando con revistas como Vogue, Cosmopolitan o Telva entre otras. Sus colecciones comerciales, nupciales y de vanguardia nos inspiran año tras año, y en 2016 logró alzarse con el primer puesto en el Style Master International Contest de Revlon con una colección inspirada en una de sus musas, Coco Chanel.

Felicitas Ordás es la directora creativa de Felicitas Hair desde hace 34 años y miembro fundador y presidenta del Club Fígaro. Sus trabajos le han valido numerosos reconocimientos y premios. Entre ellos destaca ser la primera mujer española en conseguir el premio AIPP al mejor vídeo, o el título de Peluquero Español del Año por el Club Fígaro después de 5 prenominaciones consecutivas.

La cuarentena, un momento para conectar con el equipo

La cuarentena ha sido dura para propietarios y empleados, pero también ha ayudado a que los equipos se unan y apoyen entre ellos. ¡Ha quedado demostrado que el de la peluquería es un sector que no sabe quedarse quieto! Las redes sociales se llenaron de directos donde las marcas ofrecían formaciones gratuitas a diario. Esto ayudó a los profesionales a mantenerse conectados y motivados, al tiempo que aprovechaban ese “descanso” obligatorio para formarse.

Raquel Saiz nos cuenta que al principio su única preocupación era la salud de todos los que la rodeaban. La situación era dramática: su personal se encontraba asustado y lleno de preguntas sin respuestas (al igual que ella), un aluvión de estadísticas devastadoras de contagios y muertos, cierres y despidos… La incertidumbre generada por la pandemia la obligó a tomar decisiones difíciles que tuvo que transmitir a su equipo a través de la frialdad de una pantalla. Es un equipo que lleva junto muchos años, y Raquel nos asegura que “después de hablar muchas horas, decidimos que íbamos a poder con esto y con todo lo que viniese detrás, y tuve su apoyo incondicional en todo momento y en toda decisión”.

Amparo Fernández y su equipo vivieron el inicio de la cuarentena de forma menos brusca, al encontrarse el salón en reforma. Ya tenían planteado un nuevo sistema de trabajo para el 2020, similar al que se han visto obligados a adoptar otros salones por las medidas por la Covid-19. Amparo es una de las muchas peluqueras que se sirvieron de las redes sociales para mantener el trato con sus clientes: “las redes sociales nos hicieron un camino más fácil para estar en contacto con nuestros clientes y seguidores, como por ejemplo realizando directos en Instagram”.

La vuelta a las peluquerías

La reapertura de las peluquerías se vivió con muchas ganas y nervios a partes iguales. Las agendas estaban a tope, y había que acostumbrarse a trabajar con los equipos de protección y a seguir los protocolos higiénico-sanitarios.

Esta situación, económica y personalmente inestable, puede generar falta de motivación entre los trabajadores. No podemos ver a nuestros seres queridos, los cierres perimetrales se traducen en menos afluencia de clientes en los salones… Por eso, como dice Raquel, es tan importante trabajar la motivación y psicología positiva en equipo desde la dirección: “ sin motivación no hay sacrificio, sin sacrificio no hay disciplina, y sin disciplina , no hay ÉXITO”.

La parte creativa de la peluquería también es la más motivadora y una vía de escape para los trabajadores. La colección WIND de Amparo ha sido finalista en los premios Imaxen, y ha mantenido posicionado a su salón en las principal revistas a lo largo del 2020. Sin duda un chute de energía para afrontar el año con más ganas.

Felicitas remarca la importancia de dar a los clientes seguridad, ilusión y profesionalidad en los servicios. Como ella dice, “ tenemos que estar motivados porque tenemos mucha suerte, ya que estamos bien de salud y tenemos trabajo”. Y es que no hay que olvidar que muchos salones han echado ya el cierre, y que muchos lo harán a lo largo de este 2021.

Amparo aboga por mirar al futuro con positividad y optimismo, y Felicitas por reinventarse y afrontar el año con nuevos proyectos. La anterior crisis y el aumento del IVA fueron dos duros golpes de los que muchos salones apenas habían conseguido recuperarse. Y esta nueva crisis promete ser más dura si cabe.

La gestión diaria de los salones, la clave del éxito

“Está claro que la peluquería es un negocio pero no siempre el peluquero es un empresario”. Esta reflexión de Amparo Fernández es algo que todos los propietarios deberían de tener en cuenta, y más en estos momentos tan difíciles. Para ella lo más importante es saber lo que cuesta abrir el salón cada día, para así poder establecer la lista de precios acorde a los gastos. Algo básico para que el peluquero pueda tener un salario digno.

Raquel opina que cada negocio es un mundo, y que cada uno lo hace lo mejor que puede, pero nos cuenta lo que a ella le funciona. “Mi secreto, diseñar el modelo de negocio con la mirada del cliente. Su entorno, sus rutinas diarias, aspiraciones y preocupaciones, qué necesitan y cómo podemos ayudarles, el trato que desean y qué es lo que más valoran de un servicio”.

Felicitas da mucha importancia a la comunicación con los empleados, a trabajar juntos y remar en la misma dirección para poder cumplir los objetivos marcados.

Los momentos difíciles a veces nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos. Felicitas, como presidenta del club Fígaro ha constatado que este año la Peluquería ha demostrado estar más unida que nunca. «Nos hemos apoyado, hemos compartido muchas cosas y eso no solo nos ha enriquecido como profesionales, sino también como personas».

Esperamos que os haya gustado, ¡os leemos en comentarios!

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